El fútbol honra a los valientes y esta noche hizo eso con el Sevilla, que saltó al campo rebosando valor y coraje, plantado en el terreno de juego con una autoridad tremenda y anulando las mil y una intenciones del FC Barcelona para hacerse con el partido. El abordaje local fue descomunal, pero los andaluces resistieron con un vigor más propio de la ficción que de la realidad... Fue una auténtica cátedra de cómo defender, aguantando al todo poderoso FC Barcelona, con una imagen colectiva sensacional, una solidaridad entre líneas envidiable y un Javi Varas supremo, que volvió a ser determinante, inventando paradas legendarias y deteniendo un penalti a Messi en el descuento.
El Sevilla saltó al campo con un once inédito. Fazio cubrió el puesto de Spahic y Campaña estrenó titularidad junto a Medel, adelantando Trochowski su posición a la mediapunta, con Armenteros en la izquierda y Manu del Moral en punta… El once de Marcelino era una auténtica revolución y la incertidumbre que pudo generar al principio la disposición inical del equipo duró muy poco, porque los nervionenses, magníficamente plantados en el campo sujetaron el habitual arranque eléctrico que suele tener el Barça en su campo.
Fue, en suma, una lección de posicionamiento. El Sevilla ocupó los espacios adecuados, con un oportunismo excelente. Y todo ello sin renunciar al ataque, porque los andaluces salían a la contra con mucha velocidad y cargaban el peligro, muy bien por los extremos, con Armenteros y Navas enchufados. El argentino probó suerte desde fuera y Navas tuvo la mejor ocasión en el minuto 19, con balón franco dentro del área, que ajustó a la escuadra del palo derecho de Valdés, volando el catalán para evitar el tanto visitante.
El Barça, no obstante, pisó el acelerador con la cercanía del descanso. Y cuando los azulgrana aceleran hay que tener mucho oficio para resistir entero. El Sevilla lo tuvo. Cerró los espacios y sobre todo incomodó un sinfín de remates, aunque ocasiones tuvieron los locales, emergiendo una vez más la figura espléndida de Javi Varas. Qué historias tan curiosas tiene el fútbol... Al portero de Pino Montano le llegaban oportunidades en el pasado casualmente en el Camp Nou y siempre salía goleado… regresó al coso de la ciudad condal, ahora como titular, e hizo un auténtico partidazo, regalando una noche portentosa que le ha consolidado ante el mundo.
Varas fue clave y más aún en la segunda parte, cuando el equipo perdió presencia, normal ante el empuje azulgrana. Sin embargo, el meta nervionense pudo con todo y con todos… El Sevilla fue achicando tiempo y llegó el descuento, con cuatro minutos interminables. Los de Marcelino resistían con una entereza más que encomiable. Por más que buscaba, el Barça no encontraba orificios, hasta que Iniesta pisó área, cayó al suelo e Iturralde pitó un penalti muy riguroso. Los jugadores explotaron, se formó una tangana tremenda, Kanouté se fue a la calle y Messi acarició el balón desde los 11 metros. Y entonces Varas surgió de nuevo. Increíble, impresionante… El meta se tiró hacia la derecha, adivinó la intención del argentino y completó su épica actuación de la forma más soñada.
Tras la majestuosa parada del guardameta canterano, el partido se llevó hasta los ocho minutos de descuento. El Barcelona puso todo en el campo, pero no era su día, sino el del Sevilla. Fernando Navarro vio la roja y el equipo abrazó la hazaña aguantando con nueve. Pitó Iturralde y el Sevilla, todo corazón, prolongó su invicto una semana más, con Javi Varas exhibiéndose en un campo que tanto dolores de cabeza le había deparado en el pasado. Varas dio un pasito más en su progresión y demostró que actualmente tiene nivel de selección y ya es todo un estandarte de Nervión… Orgullosos de Andalucía, claro que sí, pero sobre todo orgullosos de Javi Varas, un hombre hecho así mismo que con perseverancia ha llegado a donde se ha propuesto... Y, claro está, orgullosos de un equipo que jornada a jornada juega, valga la redundancia, más como equipo, con una mayor armonía, construido desde atrás con una solidez ineluctable para caminar hacia delante.
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